Punción Lumbar
La punción lumbar permite diagnosticar enfermedades del sistema nervioso. Se realiza mediante extracción de líquido cefalorraquídeo obtenido con una aguja de la columna vertebral desde la espalda.
¿Qué es la Punción Lumbar?
Para realizar la prueba se requiere puncionar con una aguja la columna vertebral desde la espalda, de tal forma que la aguja pase entre las vértebras y penetre en el canal raquídeo. Este canal está formado por las meninges que rodean a la médula espinal.
El LCR extraído se estudia posteriormente en el laboratorio analizando sus distintos componentes (glucosa, células, iones, etcétera). La alteración de cada componente puede orientarnos hacia patologías concretas del sistema nervioso, desde daños en el cerebro o la médula hasta infecciones como la meningitis.
Como es lógico pensar, es necesario realizar la prueba con mucho cuidado, ya que se puede dañar la médula espinal con cierta facilidad. Sin embargo, la frecuencia de daño neurológico después de la prueba es muy pequeña. La principal molestia para las personas que se someten a una punción lumbar es el dolor. La aguja atraviesa la piel, músculos y ligamentos de la columna vertebral, por lo que es habitual que el procedimiento resulte doloroso. Para evitarlo, se puede anestesiar la zona haciendo esa molestia más soportable para el paciente.
Cuándo se hace una punción lumbar
A veces, antes de la punción, se decide hacer una tomografía computarizada para comprobar que no hay alteraciones en el sistema nervioso que predispongan a complicaciones. No siempre es necesario realizar esta prueba. Cuando se vaya a realizar la punción lumbar te pedirán en primer lugar que te cambies de ropa y vistas una bata cómoda para ti y para el doctor que te la haga. Acto seguido te medirán constantes vitales como la tensión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y temperatura, para comprobar que estás en óptimas condiciones de someterte a la prueba.
A veces te colocarán una vía venosa en el brazo por si hubiese que introducir algún medicamente durante el proceso, aunque no es frecuente. En ocasiones te ofrecerán algún fármaco relajante para que permanezcas sedado durante la prueba, algo que es recomendable si estás nervioso o eres especialmente sensible al dolor.
Una vez preparado te pedirán que te tumbes en una camilla de lado, con las rodillas dobladas y las abraces. De esta forma, la espalda quedará ligeramente curvada y las vértebras se separarán dejando huecos para el paso de la aguja. en una posición que facilite la realización de la prueba.
Para proceder a la biopsia, lo primero que harán será limpiar la piel con antisépticos para eliminar gérmenes de su superficie. Después inyectarán un anestésico desde la superficie hasta planos más profundos. Notarás un ligero pinchazo de la aguja y después una sensación de quemazón justo en el momento en el que se mete la anestesia. Cuando haya hecho efecto la anestesia local se introducirá una aguja más larga para llegar hasta las meninges y atravesarlas con mucho cuidado, lo justo para tomar una muestra de LCR pero no llegar a la médula espinal. Durante todo el proceso notarás una presión fuerte en la espalda, pero es muy importante que te mantengas quieto todo el rato.
Una vez tomada la muestra retirarán la aguja. Es normal que el punto de punción sangre un poco, se debe aplicar presión continuada durante unos minutos para parar el sangrado. Después te colocarán un apósito compresivo y tendrás que quedarte tumbado durante una hora. Podrás girar sobre ti mismo, pero siempre tumbado.
Los resultados pueden tardar desde una hora a varios días, según la urgencia del diagnóstico. El apósito deberás mantenerlo durante al menos dos días, es normal que los días posteriores a la prueba tengas dolor en la zona y necesites tomarte algún analgésico que te recetará tu médico.
Complicaciones de la punción lumbar
Todos los procedimientos invasivos entrañan complicaciones, pero los más graves son poco frecuentes. Pueden aparecer durante o después de la punción, siempre que surjan debes acudir a Urgencias. Algunas de ellas son:
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Cefalea secundaria a la pérdida de líquido cefalorraquídeo (LCR). Si ésta, no se alivia con analgesia convencional se debe acudir a urgencias.
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Salida de LCR por el punto de punción.
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Sangrado del punto de la punción (también puede aparecer un hematoma local).
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Infección local con fiebre e inflamación que requiere tratamiento antibiótico.
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Dolor incontrolable en el lugar de la punción a pesar de la analgesia.
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Reacción a la anestesia durante la realización de la prueba.
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Daño de la médula espinal (muy improbable).
Resultados de la punción lumbar
Presión de salida: los valores normales son de 70 a 180 mm H20. Una elevación de la presión puede deberse a ocupación de espacio aumento de sangre, líquido cefalorraquídeo (LCR) o tumor.
Aspecto: debe ser transparente, como el agua. Si es turbio puede indicar infección.
Proteínas: los valores normales son de 15 a 60 mg por cada 100 mL. En el transcurso de una infección las proteínas totales aumentan.
Gamma globulina: es un tipo especial de proteína que es útil para el estudio de enfermedades como la esclerosis múltiple. Sus valores normales son del 3% a 12% de las proteínas totales.
Glucosa: sus valores suelen estar alrededor de 80 mg por cada 100 mL. Es necesario compararlo con los niveles de glucemia en sangre. En situaciones de infección estará disminuida, ya que los gérmenes se alimentan de ella.
Células: lo habitual es encontrarse pocos glóbulos blancos (de 0 a 5 por campo) y ningún glóbulo rojo. Si hay glóbulos blancos, hay que descartar inflamación. Si hay glóbulos rojos, hay que descartar que se deba a la propia herida de la punción o a una hemorragia subaracnoidea.
Todas estas pruebas serán interpretadas por el médico. Junto a los síntomas y los estudios analíticos podrá realizar un diagnóstico acertado para poder pautar el tratamiento necesario.
Fuentes: Artículo escrito por D. David Saceda Corralo, Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología.